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"La confianza se construye a través de acciones consistentes, no solo de promesas." Stephen Covey
En el corazón de muchas empresas exitosas se encuentra una estructura familiar que, si bien ofrece ventajas únicas, también enfrenta desafíos significativos. La clave para una imagen y calidad coherente que garantice la continuidad radica en la perfecta alineación entre palabras y acciones.
En el entorno de una empresa familiar, la alineación entre lo que se dice y lo que se hace es crucial. Esta coherencia no solo refuerza la confianza de empleados, clientes y socios, sino que también establece una base sólida para la continuidad del negocio. A menudo, las empresas familiares enfrentan el reto de mantener sus valores y visión a lo largo de generaciones, y aquí radica la importancia de unificar las palabras con las acciones.
"No es suficiente decir lo que piensas; debes vivir lo que dices." Oprah Winfrey
1. Definición clara de valores y misión:
Para que una empresa familiar sea exitosa y sostenible, es esencial que los miembros de la familia definan claramente sus valores y misión. Estos deben ser comunicados consistentemente en todas las áreas de la empresa. Sin una declaración de misión bien establecida y compartida, es fácil que surjan malentendidos y que la dirección de la empresa se vuelva incierta.
2. Comunicación transparente:
La transparencia en la comunicación fortalece la confianza dentro y fuera de la empresa. Los líderes familiares deben asegurarse de que sus palabras reflejen sus acciones. Si, por ejemplo, una empresa familiar se enorgullece de su compromiso con la sostenibilidad, debe demostrarlo mediante prácticas empresariales y decisiones que respalden esa afirmación.
3. Implementación de prácticas consistentes:
La implementación de prácticas coherentes con los valores expresados es fundamental. Esto significa que las decisiones empresariales, desde las operaciones diarias hasta las estrategias a largo plazo, deben alinearse con la misión y los principios y valores de la empresa. Cualquier desviación puede erosionar la confianza y dañar la imagen de la empresa.
4. Evaluación y adaptación continua:
Para mantener la alineación entre palabras y acciones, es importante evaluar periódicamente la efectividad de las prácticas empresariales y la adherencia a los valores declarados. La capacidad de adaptarse y hacer ajustes necesarios asegura que la empresa continúe operando con integridad a medida que evoluciona.
5. Formación y educación:
Invertir en la formación y educación de los miembros de la familia y empleados asegura que todos comprendan y compartan la visión y los valores de la empresa. Esto no solo fortalece la cohesión interna, sino que también promueve una cultura corporativa positiva.
La alineación entre palabras y acciones es el cimiento sobre el cual se construye la reputación y la durabilidad de una empresa familiar. Para garantizar un futuro sostenible, es necesario que todos los miembros de la empresa actúen con coherencia y compromiso. Al hacerlo, no solo preservan la integridad y la imagen de la empresa, sino que también aseguran que su legado perdure.
A menudo, se cree que la fortaleza de una empresa familiar radica en su estabilidad, pero la verdadera fortaleza proviene de la capacidad de adaptarse mientras se mantiene fiel a los valores fundamentales.
Por C.P.C y M.I José Mario Rizo Rivas